miércoles, 24 de enero de 2018

YAZIDÍES


El Papa Francisco, en la Audiencia General del miércoles 24-I-2018, recién llegado de su viaje apostólico a Chile y Perú, denunció la inaceptable persecución que sufren los yazidíes en Siria e Irak, víctimas de indecibles violaciones y víctimas inocentes de la insensata e inhumana barbarie.


Lo dijo recibiendo a representantes de la pequeña comunidad yazidíes en Alemania que emigraron allí en el siglo XX; otros se fueron a USA. 

Son una minoría religiosa cuyos orígenes se remontan 2.000 aC. Son etnia kurda, heredera del zoroastrismo persa (del siglo VII al IV aC) y algo del esoterismo del sufismo islámico. Se calculan unos 860.000 ó 1.020.000 de seguidores, la mayoría en Mosul y pequeñas comunidades en Armenia, Georgia, Irán, Turquía, Siria y Rusia cuyo censo de 2.002 decía que eran allí 31.273.

Adoran el fuego y su escritura sagrada es Kitêba Jilwe(Libro de la Revelación). El nombre yazidíes, para unos proviene de yazata, palabra de la antigua Persia que significa “ser divino”, pero otros dicen que el nombre fue dado por el califa omeya Yazid que fue quien asesinó al nieto de Mahoma. Tienen fama de ser también adoradores del diablo por la palabra Shaytan, que es como el Corán utiliza llama a Satanás.
Creen que Dios mandó a Melek Taus a retirar la lápida que cubría la tumba de Jesucristo para que éste pudiera salir y que se quedó en el lugar del templo.

La sociedad yazidí es jerárquica. El líder secular (no clérigo) es un emir o príncipe hereditario, mientras que un sheij principal dirige la jerarquía religiosa. Son muy endogámicos, porque los miembros de las tres castas yazidíes (murid, sheij y pir) se casan solamente dentro de su respectivo grupo. La mitad de su población tiene la piel clara, los ojos azules y el cabello rubio.

La historia de esta minoría ha sido desgraciadamente marcada por indecibles violaciones de los derechos humanos como robos, esclavitud, tortura, conversiones forzadas y asesinatos y la destrucción de sus templos. Del siglo XVI al XIX fueron perseguidos por el Imperio otomano y en estos últimos años han sido víctima de persecuciones desde la caída de Saddam Hussein y luego con las atrocidades del Estado Islámico (EI). En 2014, en el que EI tuvo su punto álgido, fueron cientos de miles yazidíes que tuvieron que perder sus hogares o hacerse musulmanes.
         El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados estima que al menos 5.500 yazidíes han sido asesinados y miles han sido y permanecen secuestradas, muchas de ellas mujeres, convertidas en esclavas sexuales.

Hasta el siglo VIII fue la religión oficial de los kurdos y la posterior islamización los fue relegando.

Una vez más –dijo Francisco- alzo mi voz en favor de los derechos de los yazidíes, sobre todo por su derecho a existir como comunidad religiosa. Nadie puede atribuirse el poder de eliminar un grupo religioso porque no es parte de los 'permitidos'.

El Papa lamentó también que en muchas partes del mundo aún hay minorías religiosas y étnicas, también cristianos, perseguidos por su fe.

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