lunes, 30 de marzo de 2020

NECESITAMOS PUENTES

Construir muros es una constante histórica


Francisco en múltiples ocasiones, como en el vuelo de regreso de su viaje a Rabat (30-31 de marzo de 2019) hace un año, manifestó su tristeza porque todo está al revés; “necesitamos puentes y sentimos dolor cuando vemos a personas que prefieren construir muros (…) los que construyen los muros terminarán encarcelados en los muros que han construido”. El Papa recordó que “siempre me ha conmovido una frase de la novela de Ivo Andrich, "El puente sobre el Drina" donde dice que el puente está hecho por Dios con alas de ángeles para que los hombres puedan comunicarse”.

Bertoldo de Malafaida o de Calabria que aparece en el santoral el 29 de marzo me despierta el interés por fijarme en esos muros que todo el mundo construye, unos para bien, otros para mal. Unos para defensa y otros para aislarse de epidemias o para manifestar al mundo sus ideas, su poderío o para controlar el comercio y cobrar impuestos. Bertoldo fue un antiguo caballero cruzado del siglo XII que se quedó en Palestina viviendo en una gruta y acabó siendo el primer Prior de los carmelitas en el monte Carmelo en 1154. Como los eremitas fueron aumentando en número y se fueron agrupando en comunidad, Bertoldo reunió en torno suyo a los eremitas dispersos y cercó las celdas y el monasterio con un muro.

Luis IX (†1270 con 56 años), rey de Francia murió frente a los muros de Túnez en su segunda cruzada. En Las Partidas, Alfonso X “el sabio” (+1284 con 63 años), definió la “ciudad” como lugar cerrado con muros. Juan Dominici (†1420 con 70 años), beato dominico, cardenal, obispo de Ragusa, tiene un retrato pintado por fray Angélico en los muros de la catedral de San Marcos.

Monasterio budista
En los muros de la capilla del Santo Cáliz en la catedral de Valencia, penden dos cadenas del puerto de Marsella: en 1427, que fue atacado por Juan de Corbera y todos los barcos que en él había fueron quemados. Como recuerdo llevaron las cadenas de aquel puerto francés a la ciudad del Turia.

El Señor de los Milagros, el “Cristo moreno”, el “Cristo de las maravillas” o el “Cristo de Pachacamilla”, en el santuario de las Nazarenas de Lima, fue pintado al temple alrededor de 1651 en una pared tosca por un esclavo angoleño de la cofradía de Pachacamilla. Con el tiempo se añadió al lado del crucificado a María y a Magdalena y en la parte superior al Espíritu Santo en forma de paloma. El fuerte terremoto de 1655 tiró casas, iglesias, viviendas… sólo quedó en pie ese trozo de muro tosco. El Cristo también quedó intacto cuando los terremotos de 1697 y 1746. Hoy son millones los que peregrinan al Cristo.

La basílica romana de san Pablo extramuros se llama así porque Constantino (304-337) construyó un pequeño templo a 2 km de la muralla aureliana que circundaba Roma. Ese primer templo fue consagrado por el papa Silvestre I en noviembre de 324.

La ciudad-estado Vaticano está dentro de la romana “ciudad leonina”, rodeada por un enorme muro de 3 kilómetros levantado (848-852) por el Papa León III aunque no pudo hacer más que un tramo que los romanos, en disturbio social, desmontaron y se llevaron las piezas a sus construcciones privadas. Luego León IV re-emprendió la construcción que incluye el Castel sant’Ángelo.

Desde 2002 Israel tiene levantado un muro de muchos kilómetros que rodea los territorios palestinos de Cisjordania. Trump, el actual Presidente de EEUU está construyendo un muro para impedir la entrada desde México de l@s hispano parlantes. En Ceuta y Melilla se han levantado dos alambradas en paralelo para impedir el paso a l@s subsaharia@s. En Irlanda del norte hay levantados 90 tramos de muro para separar a los católicos nacionalistas de los otros cristianos unionistas.

Kuwait, después de la invasión que sufrió de Saddam Hussein, levantó un muro de 200 kms en su frontera con Irak. En Uzbekistán, tras el atentado en su capital, Tashkent, en 1990, se levantó una alambrada para prevenir el ingreso de militantes radicales del Movimiento Islámico de Uzbekistán. Las fronteras con Afganistán y Tajikistán están reforzadas con cercas electrificadas y minas antipersonales. El rey Abdulá de Arabia levantó una enorme valla con alambre de púas en la frontera con Irak porque ahí operan a sus anchas los terroristas del Estado Islámico (EI).

La India, en el territorio de Cachemira, tiene levantada una alambrada que separa a su vecina Pakistán que también es una potencia nuclear. Corea del norte está separada de la del sur, al acabar su guerra civil en 1953, con una zona desmilitarizada, una franja de 4 km de ancho.

En Chipre, los greco-chipriotas del sur están separados de los turco-chipriotas del norte y tras caer el muro de Berlín, Nicosia es la capital única divida en dos zonas incomunicadas. Marruecos, que desde 1976 ocupa los territorios en el Sahara occidental, la tierra de los saharauis, los tiene encerrados en un muro de cientos de kilómetros de arena, piedras, alambres de espino y minas antipersonas afirmando que cierran el territorio del Frente Polisario que busca la independencia.

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