viernes, 14 de septiembre de 2018

ETNIAS EN ÁFRICA NEGRA (2)

 Francisco desea visitar Mozambique



Como el Papa manifiesta su deseo de visitar Monzambique, me mueve el pegar un vistazo por esa zona africana.

En Mozambique se calcula que un poco menos del 1% de la población es europea (principalmente portuguesa) y mestiza.

Ahí habitan aprox unos 4 millones de los makuagrupo étnico mayoritario en el norte y en Tanzania; proceden de la región de los grandes lagos, llegados hace unos mil años, desplazando a los khoisan que vivían en esas tierras.

Los shona viven también en Zambia, Zimbabwe y Malawi. A finales del siglo XIX fue cuando las gentes que hablaban varios idiomas mutuamente inteligibles recibieron el nombre colectivo de shona.

n'anga
La medicina tradicional es la fuente de la atención primaria para muchos zimbabuenses. Los N'angas (curanderos tradicionales) son consultados por sus conocimientos médicos y por sus poderes espirituales y utilizan remedios de hierbas. Muchos N'angas dicen que están poseídos por un espíritu de sanación durante el tratamiento del paciente. La Asociación de Curanderos Tradicionales de Zimbabwe (ZINATHA) está reconocida oficialmente.

Una enmienda de 2006 a la Ley de Supresión de la Brujería (WSA) de la época colonial criminaliza las prácticas de brujería sólo si hay intención de causar daño.

Los Shangaan dominan la parte sur del país y están también en Sudáfrica y en Zimbabwe. Son vecinos de los Zulus y de los Tsonga. Se cree que emigraron de centroáfrica hace unos 500 años.

Durante el siglo XIX, los Vachangana se desplazaron más al sur, huyendo de los ataques y matanzas organizados por el rey zulu Shaka.

Se llaman khoisan (se pronuncia "joisán") a las poblaciones con mestizaje entre pueblos khoi y san (o bosquimanos), por ejemplo en algunas poblaciones de las costas de Sudáfrica, de Botsuana y de Angola.

Se considera a los khoisan herederos de la cultura sangoense por el parecido de los restos óseos encontrados. Esta cultura se desarrolló en África central hace más de 130.000 años.

El nombre sangoense deriva del yacimiento de Sango Bay, situado en orilla este del lago Victoria (Uganda) donde este tipo de cultura fue identificada en 1920.

Se expandieron y ocuparon la totalidad del África austral y hace 100.000 años llegaron al extremo sur del continente, siendo las primeras poblaciones de Homo sapiens en ocupar África del sur. Allí en la costa se alimentaban de mariscos y dormían en tapetes de pasto tejido.

Los khoisan, según genetistas de la Universidad de Pensilvania, como Sarah Tishkoff, afirman que son el linaje humano con el ADN más antiguo y hablan alguna de las lenguas joisanas, caracterizadas por incorporar sonidos de chasquido o cliqueos. Culturalmente se dividen en los san, también llamados bosquimanos, tradicionalmente dedicados a la caza y recolección y los khoi, conocidos como hotentotes, dedicados al pastoreo.

bantúes
Alrededor de hace 2.600 años, las poblaciones khoi desarrollaron el pastoreo y los khoisan fueron desplazados paulatinamente por pueblos principalmente bantúes (nigero – congoleños) llegados desde el noroeste y acabaron viéndose reducidos a zonas del desierto de Kalahari. Posteriormente fueron diezmados o sometidos a trabajos por los colonos holandeses, alemanes e ingleses, y expulsados entre 1997 y 2005, cuando se descubrieron diamantes en su reserva.

Los bantúes son más de 400 grupos étnicos y que viven debajo de la línea que puede trazarse desde Camerún a Somalia pasando por el Congo, a orillas del Zaire donde los nativos le llamaban Nzidi. La mayoría son de religión animista aunque algunos pocos son cristianos o musulmanes.

La expansión migratoria de los bantúes que ha dado lugar a la gran complejidad de estas poblaciones, se originó hacia el 500 dC. y se fueron extendiendo durante mil años.

El arzobispo anglicano Desmond Tutú (n. 1931), Premio Nobel de la Paz, es bantú pero sus antepasados eran pastores bosquimanos.

un chamán
Cada 10 familias bosquimanas forman un grupo; los matrimonios suelen ser monógamos pero la poligamia no ofrece ningún problema para ellos. 

En su religión destaca el papel de los chamanes o curanderos; creen que las enfermedades son producidas por los espíritus de antepasados que quieren tenerlos cuanto antes junto a sí en el más allá.

miércoles, 11 de abril de 2018

ABORÍGENES AMAZÓNICOS (1)

Ante el Sínodo de la Amazonia



El Sínodo de la Amazonia convocado por Francisco para octubre de 2019, dicen algunos expertos, que hará correr la tinta como al agua del Amazonas.

Francisco presidió la reunión de apertura del Presínodo de la Amazonia, celebrada el 12 de abril de 2018, en el Vaticano, ante los 18 miembros del Consejo pre-sinodal y los 13 expertos en temas amazónicos encargados de la preparación del Sínodo de la Amazonía que  tratará sobre el tema "Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral".

En esta reunión el Papa recordó que el Sínodo de la Amazonia comenzó ya en Puerto Maldonado, en el encuentro que mantuvo con los pueblos amazónicos, durante su Viaje Apostólico a Perú.

Se calcula que en la Amazonia, la selva más grande del planeta, puede haber un millón de habitantes aborígenes, en unas 400 tribus. Algunos de ellos han tenido contacto con los hombres “civilizados” pero se “sabe” que hay tribus inconectadas del mundanal mundo. En la Amazonia pueden ser 145 de las 160 en total en el planeta. Unos cuantos de esos grupos son los supervivientes de las atrocidades cometidas antaño con sus antepasados, de los brutales robos de tierras, cuando eran el blanco de madereros, terratenientes y otros por los que fueron asesinados. Hoy día muchas tribus están en peligro evidente de extinción por la desforestación y los estropicios que causan los ganaderos.

Recordar las cosas buenas del pasado, evidentemente que sirve para atender el presente y diseñar el futuro.

Hoy día existe desde 1972 el Consejo Indigenista Misionero (CIMI), un órgano de la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil (CNBB) al servicio de la misión junto a los Pueblos Indígenas. Fue fundado por los obispos profetas Pedro Casaldáliga y Tomás Balduino, entre otros. El CIMI se organiza en 11 Regionales y un Secretariado Nacional en Brasilia para la articulación e incidencia nacional e internacional. Con el CIMI están asociados los jesuitas para trabajar pastoralmente en común.

Los jesuitas habían fundado en Paraguay las “Reducciones”, originales colonias de indígenas, repúblicas guaraní, distintas a las llevadas por dominicos o franciscanos, pues los indígenas no los consideraban ciudadanos de segunda clase, sino protagonistas ya que los jesuitas no dudaban considerarlos verdaderos hijos de Dios. Los historiadores dirán que esas “Reducciones” lograron un grado tan elevado de civilización que nunca se había visto pero fueron destruidas por las miserias humanas de otros cristianos.

De las Reducciones Jesuitas del Paraguay se ha escrito: “parecían un triunfo de la humanidad”. ¿Quién las calificaba sintéticamente de tal modo? ¿Acaso un católico en euforia apologética? ¡No!


Lo dijo el cardenal Marc Ouellet, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina y Prefecto de la Congregación para los Obispos, en la apertura de las Jornadas organizadas por la Embajada del Paraguay ante la Santa Sede, pronunciadas el lunes 27 de mayo de 2013, en la Real Academia de España.

Fueron palabras, nada menos, que de Voltaire, por lo general tan virulentamente agresivo contra la Iglesia católica. ¡Sí!, fueron un verdadero triunfo de humanidad, porque un puñado de jesuitas fueron capaces de poner a las tribus guaraníes en condiciones materiales, culturales y religiosas para afirmar y valorizar la propia humanidad.

Según Ouellet, evangelización y promoción humana se conjugaron indisociables, sólo movidas por el amor a la vida y al destino de los pueblos indígenas. No hubo en todo el tiempo colonial experiencia semejante de educación e instrucción de los indígenas, de edificación de comunidades de personas y familias y de comunión de bienes, de formación técnica y cultivo de las artes, de crecimiento artesanal e industrial, de productividad en el trabajo agrícola, de participación de los indígenas en la organización de la vida colectiva y civil.

Pero las Misiones del Paraguay no fueron sólo el “foco de desarrollo” más portentoso de la Cuenca del Plata. Sirvieron de centro de experimentación y guía de una cadena de misiones en los Llanos orientales de Colombia, en el Marañón, en los Llanos del Alta y Medio Amazonas, en los Llanos de Chiquitos al sureste de la Bolivia actual y en los Llanos de los Mjosos del noreste boliviano

Yo creo que se puede afirmar con muchas razones -seguía diciendo el cardenal Ouellet- que la brutal expulsión de todos los jesuitas de los territorios sometidos a las coronas española y portuguesa y la consiguiente dispersión de los pueblos misioneros constituyó la destrucción de la más importante experiencia social de verdadero progreso en tierras del “Nuevo Mundo” y una de las causas más graves de su posterior atraso.

El cardenal Marc Ouellet citó al Reverendo Padre Aldo Trento, quien intenta, ¡nada menos!, reactualizar la obra de las Reducciones en su misma parroquia, siendo, a la vez, un gran estudioso de las reducciones jesuita-guaraníticas.

Las misiones jesuíticas me traen a la memoria que tenemos hoy al primer jesuita como Sucesor de Pedro, que viene de aquellas tierras de la Cuenca del Plata y que nos llama hoy a ir hacia todas las periferias humanas, sociales y culturales para anunciar el Evangelio y desplegar la fuerza constructiva de la caridad.

En el santoral se celebra a los 40 jesuitas mártires en Brasil y otros tres en Uruguay, Paraguay y Argentina, muertos en 1628; después de incendiar las Reducciones, tiraron sus cuerpos a las llamas. Son los primeros mártires sudamericanos canonizados por Juan Pablo II en 1988.

El paraguayo P. Roque era criollo y comprendía muy bien el temperamento guaraní; llegó a “dirigir” seis reducciones paraguayas. Un curandero o brujo indígena tuvo envidia pues los jesuitas le quitaban clientela. Reunió un grupo de salvajes y mataron al P. Roque a mazazos. Y luego a Alonso Rodríguez Obnel de esa misión y a un tercero, Juan del Castillo, de la misión vecina. El jefe indio Guaregupí dejó por escrito testimonio de la santidad de estos misioneros.

Con otro estilo trabajó san Toribio de Mogrovejo (+1606 con 68 años), leonés que fue obispo de Lima a propuesta de Felipe II y que siendo Patrono de Perú, Juan Pablo II lo nombró patrono de todo el Episcopado Latinoamericano (CELAM) pues es también modelo de evangelizador dado que todo lo que escribió lo tradujo a las lenguas nativas pues aprendió: quechua y aymara, el guajiro del sur, el quejoja de Quito y el tuncha del sur de Colombia. A pie o a caballo, en 25 años, recorrió 4 veces su inmensa diócesis que abarcaba Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y parte de Argentina.

A la llegada de los españoles, la población precolombina se calcula que podría ser entre 6 y 8 millones, que habitaban Centroamérica, el mar del Caribe y Brasil a lo largo del valle del Amazonas. Salvo las dos grandes civilizaciones precolombinas (incas y aztecas), la mayoría de pueblos amerindios estaban en un estado de avance cultural muy primitivo.

miércoles, 24 de enero de 2018

YAZIDÍES


El Papa Francisco, en la Audiencia General del miércoles 24-I-2018, recién llegado de su viaje apostólico a Chile y Perú, denunció la inaceptable persecución que sufren los yazidíes en Siria e Irak, víctimas de indecibles violaciones y víctimas inocentes de la insensata e inhumana barbarie.


Lo dijo recibiendo a representantes de la pequeña comunidad yazidíes en Alemania que emigraron allí en el siglo XX; otros se fueron a USA. 

Son una minoría religiosa cuyos orígenes se remontan 2.000 aC. Son etnia kurda, heredera del zoroastrismo persa (del siglo VII al IV aC) y algo del esoterismo del sufismo islámico. Se calculan unos 860.000 ó 1.020.000 de seguidores, la mayoría en Mosul y pequeñas comunidades en Armenia, Georgia, Irán, Turquía, Siria y Rusia cuyo censo de 2.002 decía que eran allí 31.273.

Adoran el fuego y su escritura sagrada es Kitêba Jilwe(Libro de la Revelación). El nombre yazidíes, para unos proviene de yazata, palabra de la antigua Persia que significa “ser divino”, pero otros dicen que el nombre fue dado por el califa omeya Yazid que fue quien asesinó al nieto de Mahoma. Tienen fama de ser también adoradores del diablo por la palabra Shaytan, que es como el Corán utiliza llama a Satanás.
Creen que Dios mandó a Melek Taus a retirar la lápida que cubría la tumba de Jesucristo para que éste pudiera salir y que se quedó en el lugar del templo.

La sociedad yazidí es jerárquica. El líder secular (no clérigo) es un emir o príncipe hereditario, mientras que un sheij principal dirige la jerarquía religiosa. Son muy endogámicos, porque los miembros de las tres castas yazidíes (murid, sheij y pir) se casan solamente dentro de su respectivo grupo. La mitad de su población tiene la piel clara, los ojos azules y el cabello rubio.

La historia de esta minoría ha sido desgraciadamente marcada por indecibles violaciones de los derechos humanos como robos, esclavitud, tortura, conversiones forzadas y asesinatos y la destrucción de sus templos. Del siglo XVI al XIX fueron perseguidos por el Imperio otomano y en estos últimos años han sido víctima de persecuciones desde la caída de Saddam Hussein y luego con las atrocidades del Estado Islámico (EI). En 2014, en el que EI tuvo su punto álgido, fueron cientos de miles yazidíes que tuvieron que perder sus hogares o hacerse musulmanes.
         El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados estima que al menos 5.500 yazidíes han sido asesinados y miles han sido y permanecen secuestradas, muchas de ellas mujeres, convertidas en esclavas sexuales.

Hasta el siglo VIII fue la religión oficial de los kurdos y la posterior islamización los fue relegando.

Una vez más –dijo Francisco- alzo mi voz en favor de los derechos de los yazidíes, sobre todo por su derecho a existir como comunidad religiosa. Nadie puede atribuirse el poder de eliminar un grupo religioso porque no es parte de los 'permitidos'.

El Papa lamentó también que en muchas partes del mundo aún hay minorías religiosas y étnicas, también cristianos, perseguidos por su fe.

sábado, 20 de enero de 2018

FRANCISCO y LAS ETNIAS DEL MUNDO (III)

En Perú y con nativos de la Amazonia


Francisco viaja a Perú del 18 al 22 de este mes de enero, después de visitar Chile.
Perú es el nombre en quechua y en aimara se llama Piruw.

Voló desde Lima para un encuentro con los nativos de la Amazonia, uno de los pulmones del planeta, y que tan bien ha dibujado en su Encíclica Laudato si. Estuvieron en el Coliseo regional Madre de Dios en Puerto Maldonado. Son nativos de Perú, Bolivia y Brasil con los que bailó, rió, se emocionó y escuchó las reivindicaciones de un pueblo que nunca estuvo tan amenazado. Y gritó con ellos a la conciencia de los poderosos, para denunciar la trata de personas, la mano de obra esclava y el abuso sexual, que "es un clamor que llega al cielo".

El Papa señaló que "hemos de romper con el paradigma histórico que considera la Amazonía como una despensa inagotable de los estados, sin tener en cuenta a sus habitantes (…) considero imprescindible realizar esfuerzos para generar espacios institucionales de respeto, reconocimiento y diálogo con los pueblos nativos, asumiendo y rescatando la cultura, lengua, tradiciones, derechos y espiritualidad que le son propias”.
"La Iglesia no es ajena a vuestras vidas, no quiere ser extraña a vuestra forma de vida y organización. Necesitamos que los pueblos originarios moldeen culturalmente las iglesias locales amazónicas", y por ello convocó el Sínodo de la Amazonía, cuya primera reunión "será aquí, hoy, esta tarde".

Anteriormente Juan Pablo II también estuvo en Perú, en febrero de 1985, durante 5 días, viajando también a Venezuela, Ecuador y Trinidad Tobago. En una segunda ocasión en 1988 solo estuvo 40 horas asistiendo al Congreso Eucarístico- mariano bolivariano. Los peruanos en Iquitos, en su primer viaje, le llamaban “papa charapa“.

Celebró misa en la fortaleza inca de Sacsayhuamán y coronó a la Virgen del Carmen de Paucartambo. Continuó su peregrinaje hacia Ayacucho, cuna de la violencia terrorista maoísta, donde dirigió un mensaje pidiendo cambiar de camino.

En Sacsayhuamán se encontró con los campesinos andinos llegados de los departamentos del Cuzco, de Puno o Apurímac, así como a los procedentes de otras regiones del Perú o que en ellas se dedican a las tareas agrícolas.
        En este lugar os manifiesto sinceramente mi profundo respeto por vuestra cultura ancestral de siglos, por vuestra piedad y religiosidad que, al recibir la luz de Jesucristo, se vertió en el arte y belleza de las basílicas y templos de vuestras ciudades a lo largo de todos los Andes.

Con los indígenas de la Amazonia se encontró en Iquitos, llegados a esta inmensa y exuberante selva amazónica –dijo el Papa polaco- , surcada por los grandes ríos que se adentran en varios países (…) de manera muy especial quiero saludar a los aproximadamente 250.000 habitantes nativos que viven entre los dos millones de pobladores de la Amazonia peruana. Sé que ellos forman 12 familias lingüísticas y 60 grupos étnicos. Querría, por ello, que mi saludo llegara a cada miembro de esos grupos, entre ellos los Campa-Asháninca, Aguaruna-Huambisa, Cocama-Cocamilla-Omagua. Quichua-Lamista, Shipibo-Conibo, Machiguenga-Napo, Chayahuita, Ticuna, Amuesha, Candoshi y Piro.
        (…) Debéis preocuparos por un justo progreso en vuestra vida, por la defensa de vuestros derechos, pero haciéndolo como Cristo nos ha mandado (Cf. Matth. 28, 20), nunca inspirados por el odio, sino por el amor. Por eso, al defender vuestros legítimos derechos no podéis considerar a nadie como enemigo.
(…) Sé que tenéis sufrimientos; porque siendo poseedores pacíficos desde tiempo inmemorial de estos bosques y «cochas», veis con frecuencia despertarse la codicia de los recién llegados, que amenazan vuestras reservas, sabedores de que muchos de vosotros carecéis de títulos escritos en favor de vuestras comunidades, y que garanticen legalmente vuestras tierras.
        (…) No puede verse como atropello la evangelización que invita con respeto a abandonar falsas concepciones de Dios, conductas antinaturales y aberrantes manipulaciones del hombre (Cfr. Discurso a los indígenas en Quetzaltenango, 7 de marzo de 1983).

En Lima, antes de partir hacia Trinidad Tobago, después de haber visitado Venezuela y Ecuador, Francisco tuvo una Liturgia en “villa El Salvador”, un “pueblo joven”, uno de los más pobres de las periferias de esa capital.
        Allí dijo: Bien sé que en ciertas situaciones de injusticia puede presentarse el espejismo de seductoras ideologías y alternativas que prometen soluciones violentas. La Iglesia, por su parte, quiere un camino de reformas eficaces a partir de los principios de su enseñanza social; porque toda situación injusta ha de ser denunciada y corregida. Pero el camino no es el de soluciones que desembocan en privaciones de la libertad, en opresión de los espíritus, en violencia y totalitarismo.
        (…) Con gran alegría me he enterado de la generosidad con que muchos de los habitantes de este «pueblo joven» ayudan a los hermanos más pobres de la comunidad, en los comedores populares y familiares, en los grupos para atender a los enfermos, en las campañas de solidaridad para socorrer a los hermanos golpeados por las catástrofes naturales. Son testimonios estupendos de caridad cristiana, que muestran la grandeza de alma del pobre para compartir.
        (…) Pero, al mismo tiempo que dais ese ejemplo de admirable apertura de espíritu, luchad contra todo aquello que rebaja vuestra situación moral y os sume en el pecado: contra el alcoholismo, las drogas, la prostitución, la mentalidad machista que posterga y explota a la mujer, la promiscuidad, el concubinato.
        (…) Pobladores de esta «Villa El Salvador», sed los primeros en empeñares en vuestra elevación. Dios ama a los pobres que son los preferidos en su reino (…) Pero Dios no quiere que permanezcáis en una forma de pobreza que humilla y degrada; quiere que os esforcéis por mejorares en todos los sentidos. Como dije en Brasil: «No es permitido a nadie reducirse arbitrariamente a la miseria a sí mismo y a sus familias; es necesario hacer todo lo que es lícito para asegurarse a sí mismo y a los suyos cuanto hace falta para la vida y para la manutención» (Discurso en la «Favela Vidigal» de Río de Janeiro, 2 de julio de 1980).

Etnias nativas 
En la ecuatoriana ciudad de Latacunga Juan Pablo II se encontró con los indígenas coyapas, colorados, otavalos, panzaleos, natabuelas, cotacachis, caranquis, imbayas, carabuelas, tetetes, yumbos-alamas, shuaras, cofanes, chagchis, achuaras, salasacas, cañaris, saraguros, chibuleos, huaoranis o cucas y a todos los otros grupos menores. Veo aquí -dijo el papa polaco- a tantos que han venido —muchos incluso a pie— desde las inmensas selvas orientales y de los grandes ríos de la costa, junto a los habitantes de esta hermosa sierra ecuatoriana.
(…) Conozco las dificultades y sufrimientos que en vuestra historia pasada y presente habéis encontrado (…) Sé también que numerosos misioneros, entre ellos Fray Bartolomé de las Casas, el Padre Vieira, el obispo Pedro de la Peña y otros, así como los miembros de diversos Concilios, lucharon en defensa de los derechos del indígena. Ellos hicieron oír su grito de denuncia ante las autoridades europeas; con tal energía que hombres de gran talento y corazón, como los Padres Vitoria y Suárez, se hicieron eco de estos reclamos, proclamando que los derechos humanos de vuestros pueblos estaban antes que cualquier otro derecho establecido por leyes humanas.
(…) es perfectamente legítimo buscar la preservación del propio espíritu en sus varías expresiones culturales.

(…) El irrenunciable respeto a vuestro medio ambiente, puede a veces entrar en conflicto con exigencias como la explotación de recursos. Es un conflicto (…) hay que hallar caminos de solución que respeten las necesidades de las personas, por encima de las solas razones económicas.

viernes, 19 de enero de 2018

FRANCISCO y LAS ETNIAS DEL MUNDO (II)

Chile, Myanmar y Bangladesh



Saludando a los mapuches
Francisco visita Chile, la Araucanía y a los mapuches del 14 al 17 de enero de 2018 y del 18 al 22 Perú con los pueblos de la Amazonia. Son 31 años después de que lo hiciera Juan Pablo II.

Los mapuches fueron llamados araucanos por los españoles conquistadores del siglo XVI, por vivir en la Araucanía, al sur de Chile y Argentina.

Es un pueblo de origen discutido pues para unos son aymaras bajados del lago Titicaca al oeste de Bolivia, al sur de Perú y al norte Grande de Chile, para otros son argentinos de la Pampa que emigraron al oeste, y para unos terceros, serían de la Amazonia que emigraron cruzando los Andes. Pero arqueólogos recientes desechan todas esas hipótesis pues hay nuevos descubrimientos pero hasta ahora solo parece que hay evidencias de que su origen pudiera ser allí por el 500 ó 600 aC.

En la Misa en territorio mapuche, Francisco recuerda que allí mismo se cometieron graves violaciones de los derechos humanos. Y pedía un momento de silencio ante tanto dolor y tanta injusticia (de unos y otros) pues dijo: es imprescindible defender que una cultura del reconocimiento mutuo no puede construirse en base a la violencia y destrucción que termina cobrándose vidas humanas. No se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro, porque esto lo único que despierta es mayor violencia y división.

Francisco llega a Chile y es recibido
por la Presidenta saliente Michelle Bachelet 
Habló de la tentación a vencer de la uniformidad asfixiante, porque "no hay culturas superiores y culturas inferiores". La unidad y no la uniformidad fue el contenido de la homilía. Jesús –dijo- ruega al Padre para que «todos sean uno» (Jn 17, 21). En una hora crucial de su vida se detiene a pedir por la unidad. Su corazón sabe que una de las peores amenazas que golpea y golpeará a los suyos y a la humanidad toda será la división y el enfrentamiento, el avasallamiento de unos sobre otros. ¡Cuántas lágrimas derramadas!

Empezó con aire ecológico diciendo: Doy gracias a Dios por permitirme visitar esta linda parte de nuestro continente, la Araucanía: Tierra bendecida por el Creador con la fertilidad de inmensos campos verdes, con bosques cuajados de imponentes araucarias -el quinto elogio realizado por Gabriela Mistral a esta tierra chilena-, sus majestuosos volcanes nevados, sus lagos y ríos llenos de vida. Este paisaje nos eleva a Dios y es fácil ver su mano en cada criatura. Y después añadía «Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar», verso de Violeta Parra.

También JUAN PABLO II, 31 años antes que Francisco (abril de 1987), habló muy clarito cuando visitó apostólicamente Chile, donde se le recrimina que diera sin más la comunión al dictador Pinochet en una Eucaristía multitudinaria. En ese viaje se encontró con los pobladores de la periferia y de los barrios más pobres de la capital Santiago de Chile y estuvo en Temuco, la capital de la Araucanía donde saludó a los campesinos y mapuches en la explanada del Santuario de Maipú o Basílica de nuestra Señora del Carmen.

Con ellos, habitantes de La Frontera, dijo:  Por encima de cualquier diferencia étnica o cultural, sois hijos de Dios (…) en Cristo “no hay griego y judío; circuncisión e incircuncisión; bárbaro, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todo y en todos” (Col. 3, 11).
        La fe da vida a un nuevo pueblo: el pueblo de los hijos de Dios (...) Sin embargo, aun superando las diferencias, la fe no las destruye sino que las respeta. La unidad de todos nosotros en Cristo no significa, desde el punto de vista humano, uniformidad. Al contrario, la Iglesia, la familia de Dios es enriquecida al acoger la múltiple diversidad y variedad de todos sus miembros.
        Por eso, el Papa, hoy desde Temuco, alienta a los mapuches a que conserven con sano orgullo la cultura de su pueblo: las tradiciones y costumbres, el idioma y los valores propios.
       (...)  Sé que en la vida de los campesinos chilenos, y en particular en la del querido pueblo mapuches existen muchas dificultades y problemas. No pocas veces habéis sido objeto de injusticias y marginaciones. Recordad que en los tiempos lejanos de la conquista hubo sacerdotes, entre los que destaca la figura venerable de fray Diego de Medellín, que elevaron su voz para hacer presente ante el Rey de España los atropellos de que eran objeto los indígenas. También hoy la Iglesia os quiere decididamente apoyar en vuestras demandas de respeto a vuestros legítimos derechos, sin dejar por ello de recordaros igualmente vuestros deberes.

En 2017, del 26-XI al 2-XII, Francisco estuvo en el lejano Oriente, en Myanmar y Bangladesh. Por primera vez en 50 años, los católicos y cristianos de otras denominaciones, después de la vista del Papa, pudieron celebrar públicamente la Navidad en la ciudad de Rangún (Myanmar). 

En Bangladesh, en el jardín del Arzobispado de Daca, en un encuentro interreligioso, quiso expresar su compromiso de socorrer a los prófugos Rohinyás, llegados en masa hasta su territorio, donde la densidad de población está ya entre las más altas del mundo. 

Los rohinyás son una etnia musulmana bengalí, en el oeste de Birmania. Su origen se sitúa en el siglo VIII cuando comerciantes musulmanes, mongoles y de reinos vecinos se instalaron en el territorio de Arakan (hoy Rakáin).

El card. Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila y presidente de Caritas Internationalis, al visitar los campos de Cox's Bazar, en Bangladés (3-XII-2018) manifestó que la crisis que viven los refugiados rohinyás es una crisis internacional.


En agosto de 2017, la explosión de violencia entre el ejército birmano y los militantes del Arakan Rohingya Salvation Army (ARSA) hizo que casi 700.000 musulmanes rohinyás cruzaran la frontera para instalarse en Bangladés. Se preveía que el 15 de noviembre de ese 2017 comenzarían la transferencia voluntaria con el traslado de los primeros 2.260 refugiados. Sin embargo, nadie ha expresado la voluntad de regresar mientras Naipyidó no pueda garantizarles "seguridad y el derecho a la ciudadanía".
        
Los rahinyás iniciaron la yihad contra los nativos budistas birmanos, masacrando a unos 20 mil. De 1802 que eran el 1% de la población, pasaron en 2014 a ser el 40 ó 60% (según fuentes).

FRANCISCO y LAS ETNIAS DEL MUNDO (I)

En Sri-Lanka, Armenia, Colombia y en Chiapas



Del 12 al 19 de enero de 2015 el papa Francisco estuvo en el Bandaranaike Memorial International Conference Hall, Colombo (Sri-Lanka), en el discurso del encuentro interreligioso que reunía a las cuatro comunidades religiosas más grandes que integran la vida de Sri Lanka: el budismo, el hinduismo, el islam y el cristianismo (…) grandes tradiciones religiosas, que comparten con nosotros un deseo de sabiduría, verdad y santidad.
En el Concilio Vaticano II, la Iglesia católica declaró su profundo y permanente respeto por las demás religiones. Dijo que ella «no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas» (Nostra aetate, 2). Por mi parte, deseo reafirmar el sincero respeto de la Iglesia por ustedes, sus tradiciones y creencias.
        Durante muchos años, los hombres y mujeres de este país han sido víctimas de conflictos civiles y violencia. Lo que se necesita ahora es la recuperación y la unidad, no nuevos enfrentamientos y divisiones. Espero que la cooperación interreligiosa y ecuménica demuestre que los hombres y las mujeres no tienen que renunciar a su identidad, ya sea étnica o religiosa, para vivir en armonía con sus hermanos y hermanas.

Del 24 al 26 de junio del mismo año viajó a Armenia que fue el primer país cristiano de la historia pues fue el primero en convertir el cristianismo en religión de Estado en el 301. En su territorio se encuentra el monte Ararat del que se dice que es donde encalló el arca de Noé durante el diluvio universal y se salvó así del naufragio. En el encuentro interreligioso, alabó –como hiciera Juan Pablo II- la unidad en la diversidad y aunque queda camino que recorrer para la unidad plena, los muchos mártires son las estrellas que nos indican el camino.

        No dejo de pensar –dijo Francisco- en las pruebas terribles que vuestro pueblo armenio ha experimentado: Apenas ha pasado un siglo del “Gran Mal” que se abatió sobre vosotros. Ese «exterminio terrible y sin sentido», este trágico misterio de iniquidad que vuestro pueblo ha experimentado en su carne, permanece impreso en la memoria y arde en el corazón. Quiero reiterar que vuestros sufrimientos nos pertenecen: «son los sufrimientos de los miembros del Cuerpo místico de Cristo» (Juan Pablo II, Carta apostólica en ocasión del XVII centenario del bautismo del pueblo armenio, 7); recordarlos no es sólo oportuno, sino necesario: que sean una advertencia en todo momento, para que el mundo no caiga jamás en la espiral de horrores semejantes.
En Colombia del 6 al 12 septiembre 2017 acudió a la ciudad Contecar (Cartagena de Indias), que –dijo Francisco- ha sido llamada «la heroica» por su tesón hace 200 años en defender la libertad conseguida, celebro la última Eucaristía de este viaje. También, desde hace 32 años, Cartagena de Indias es en Colombia la sede de los Derechos Humanos

        Colombia hace décadas que a tientas busca la paz (…) No se alcanza con el diseño de marcos normativos y arreglos institucionales entre grupos políticos o económicos de buena voluntad.
        Decía ya ese escritor tan de ustedes y tan de todos: «Este desastre cultural no se remedia ni con plomo ni con plata, sino con una educación para la paz (…) nos levantamos temprano para seguirnos matándonos los unos a los otros... una legítima revolución de paz que canalice hacia la vida la inmensa energía creadora que durante casi dos siglos hemos usado para destruirnos» (Gabriel García Márquez, Mensaje sobre la paz, 1998).
        San Pedro Claver supo restaurar la dignidad y la esperanza de centenares de millares de negros y de esclavos que llegaban en condiciones absolutamente inhumanas, llenos de pavor, con todas sus esperanzas perdidas.
        Pienso en el drama lacerante de la droga, con la que algunos lucran despreciando las leyes morales y civiles. Este mal atenta directamente contra la dignidad de la persona humana y va rompiendo progresivamente la imagen que el Creador ha plasmado en nosotros. Condeno con firmeza esta lacra que ha puesto fin a tantas vidas y que es mantenida y sostenida por hombres sin escrúpulos.
        Terminar con el narcotráfico que lo único que hace es sembrar muerte (…) «en la devastación de los recursos naturales y en la contaminación; en la tragedia de la explotación laboral; pienso en el blanqueo ilícito de dinero así como en la especulación financiera (…) exponiendo a la pobreza a millones de hombres y mujeres; pienso en la prostitución (…) en la abominable trata de seres humanos, en los delitos y abusos contra los menores, en la esclavitud que todavía difunde su horror en muchas partes del mundo, en la tragedia frecuentemente desatendida de los emigrantes con los que se especula indignamente en la ilegalidad» (Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2014, 8).

Del 12 al 18 de febrero 2016 en México en donde se encontró con los indígenas de Chiapas en el Centro deportivo municipal de san Cristóbal de las Casas.
        Nuestro Dios (…) Padre (…) sufre ante el dolor, el maltrato, la inequidad en la vida de sus hijos; y su Palabra, su ley, se volvía símbolo de libertad, símbolo de alegría, de sabiduría y de luz (…) realidad que encuentra eco en esa expresión que nace de la sabiduría acuñada en estas tierras desde tiempos lejanos, y que reza en el Popol Vuh de la siguiente manera: El alba sobrevino sobre todas las tribus juntas. La faz de la tierra fue enseguida saneada por el sol.
En esta expresión, hay un anhelo de vivir en libertad, hay un anhelo que tiene sabor a tierra prometida donde la opresión, el maltrato y la degradación no sean moneda corriente.
        De muchas maneras y de muchas formas se ha querido silenciar y callar este anhelo, de muchas maneras han intentado anestesiarnos el alma, de muchas formas han pretendido aletargar y adormecer la vida de nuestros niños y jóvenes con la insinuación de que nada puede cambiar o de que son sueños imposibles.
       Muchas veces, de modo sistemático y estructural, sus pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, sus culturas y sus tradiciones. Otros, mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban. ¡Qué tristeza! Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón!, ¡perdón, hermanos! El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita.